Citibank 1998
Mientras hacía mi máster de especialidad de Finanzas y Contabilidad en Deusto, nada más regresar del programa Erasmus, me llamaron de Citibank en San Sebastián para una entrevista de trabajo.
Pasé la entrevista y fue la entrada al mundo laboral en España y a lo que creía que tenía que ser mi inevitable camino de una carrera profesional en la banca. Me encantaban los números y en este trabajo, además, había una fuerte componente comercial, que tampoco se me daba mal.
Lo que nunca imaginé fue una intensidad tan alta en la consecución de objetivos, en la búsqueda de clientes a toda costa y en la venta de productos como tarjetas, inversión en fondos o cuentas del banco en un ambiente bastante hostil para un banco extranjero, en una ciudad dominada absolutamente por las cajas de ahorros y bancos locales.
Fue una dosis de realidad brutal. Fue entender de un plumazo las bases de muchas empresas con fuerte ponderada comercial. Fue hacerme mayor en pocos meses y enfrentarme a vender algo que no me gustaba, a gente que no entendía bien el producto pero me sirvió para enfrentar retos que me quedaban aún muy grandes. No conseguí muy buenos resultados pero nunca me di por vencido. Esta experiencia marcaría mi tolerancia a vender o no vender según la confianza que tuviese con lo que vendía. Sin duda, marco mi carrera.