Los Austrias: el dueño del mundo
Novela histórica de muy fácil lectura que cubre la vida adulta de Carlos de Austria, hijo de Felipe el hermoso y Juana la loca y nieto de los Reyes Católicos, Isabel y Fernando, hasta su muerte.
Es el tercer libro de José Luis Corral sobre los Austrias (el primero trata sobre la vida de Fernando el Católico y el segundo cubre el período entre éste y Carlos).
Sorprende dimensionar lo que era España en esa época. Para muestra y como resumen de mi lectura, paso a citar un extracto de los títulos que atesoraba el protagonista: emperador de los romanos y Alemania; rey de Castilla, de León, de Aragón, de las dos Sicilias, de Jerusalén, de Hungría, de Dalmacia, de Navarra, de Granada, de Toledo, de Valencia, de Galicia, de Córcega, de Cerdeña…de la India y de las islas y tierra firme del mar Océano; archiduque de Austria, duque de Borgoña, de Luxemburgo, de Atenas; conde de Flandes, de Augsburgo, de Holanda, …marqués de Oristán y Gociano; príncipe de Cataluña…; señor de Vizcaya, de Trípoli y de Malinas. Era apodado «el dueño del mundo».
Sorprende también dimensionar que los problemas de su reinado eran del tamaño y amplitud de sus títulos. No hubo ni una sola época exenta de guerras y sublevaciones (Turcos, franceses, continuos enfrentamientos y revueltas en el nuevo mundo) y, sobre todo, con una gestión de deudas y financiación con finales siempre trágicos. El imperio no dejaba de ser un pozo sin fondo que consumía tanto oro, plata y dinero que era imposible su mantenimiento.
Eso sí, lo que más sorprende era la magnitud de la estrategia para conservar tamaño imperio: matrimonios, alianzas, traiciones y todo lo que hiciese falta para no ceder ni un ápice de poder o territorio.
Y, personalmente, que pensaba que su abuelo Fernando el Católico (personaje en el que se inspiró Maquiavelo para su novela «El Príncipe») era la gran referencia de la época, no me ha defraudado la figura del emperador Carlos, fiel a su responsabilidad hasta sus últimos días y con unas dotes increíbles para ejercer la suerte de destino que le tocó.