Meditaciones, Marco Aurelio.

Jorge Villabona
Jorge Villabona 22 de junio de 2023

Marco Aurelio – Editorial Alma – mayo 2021 – Meditaciones

Marco Aurelio Antonino fue uno de los llamados Cinco Buenos Emperadores. Fue emperador desde el año 161 dc hasta su muerte en el 180 dc y uno de los máximos exponentes de la filosofía estoica.

Ésta es su gran obra. Considerada como un monumento al gobierno perfecto. El libro vio la luz en 1558 en Zúrich donde fue publicado por primera vez a partir de la transcripción de un manuscrito que se perdió. Una copia del mismo se encuentra en los Museos Vaticanos.

Esta obra nunca se escribió para ser publicada ni incluso leída. Marco Aurelio la escribió durante sus campañas militares entre los años 170 y 180 dc como lo que son: meditaciones personales y una ayuda en sus conflictos internos y externos.

Y de ahí que no se lee de forma convencional. Se ha de leer intentando contextualizar quién, cuándo y por qué lo hizo. De esta forma alcanza una dimensión difícil de entender hoy en día. La persona más poderosa del mundo se muestra humilde, se fuerza a actuar con razón e inteligencia por el bien común, se rinde al hecho de que la muerte llegará inevitablemente y que da igual lo importante y poderoso que seas, lo que debe guiar tu vida es la rectitud y comportarte según dicten los Dioses y la naturaleza, por ejemplo.

La edición que he leído conserva mucho del lenguaje y traducciones más cercanos al original escrito en griego helenístico. No es fácil. Y es todavía más complejo al dar ese paso de ponerte en su piel, en su cabeza, en su día a día y rendirte a la capacidad infinita de mantenerse en un estado de sensatez, clarividencia y honestidad que le convirtieron en uno de los emperadores más amados por el pueblo romano y por sus ejércitos. Las ilustraciones de la edición son preciosas.

El respeto y la ayuda al prójimo, alejarse de los placeres o de la opinión de los demás y la constante referencia a la muerte como parte intrínseca de la vida, como paso obligatorio para la transformación de las cosas y la evolución de la propia vida y la sorprendente conciencia de que somos un milagro en el universo ponen los pelos de punta. Ni es habitual entonces ni es habitual hoy en día pensar de forma tan exquisita.

Afortunadamente, la filosofía estoica está más presente que nunca. Pero una cosa es tener acceso a esta irrepetible obra y otra diferente seguir sus reflexiones, predicar con su ejemplo o elegir algunas de sus meditaciones menos profundas como comienzo a un cambio de nuestros pensamientos o comportamientos.

Yo me lo tomo más como un libro de recetas que como un libro ya leído y digerido. Sé que, aunque lo tengo subrayado y lleno de anotaciones, tendré que practicar una y otra vez. Y olvidarme de él y hacer otras recetas de vez en cuando para no indigestarme. Y volver a leerlo y entender cada día un poco más y mejor todo lo que encierra.